¿POR QUÉ DIOS AFLIGE Y DISCIPLINA A SUS HIJOS?-1 parte.


Dios interviene en nuestras vidas con un propósito y esto inevitablemente nos lastima y al igual que un médico nos dice que nos va a doler su intervención, pero es un dolor para curarnos y no para hacernos daño. Dios te va a lastimar si eres hijo suyo, pero nunca te hará daño.
El pecado en nuestra vida es como un cáncer que solo se puede curar con quimioterapia.
Debemos de tener en cuenta algo muy importante y es que el incrédulo no recibe la disciplina de Dios, sino la condenación eterna por sus pecados y será receptor de su ira para siempre.


Juan 3:18 »No hay condenación para todo el que cree en él, pero todo el que no cree en él ya ha sido condenado por no haber creído en el único Hijo de Dios.
Juan 3:36 Los que creen en el Hijo de Dios tienen vida eterna. Los que no obedecen al Hijo nunca tendrán vida eterna, sino que permanecen bajo la ira del juicio de Dios.(NTV)

Dios ya no castiga nuestros pecados como en verdad nos merecemos con la muerte y el castigo en el infierno gracias a la obra de Cristo a nuestro favor, sino que en nuestro caso lo que está haciendo es disciplinándonos movido por el amor hacia nosotros.

Hebreos 12:6  Porque el Señor al que ama, disciplina(paideu_παιδεύω,)
 Y azota a todo el que recibe por hijo.(RV 60)

Es bueno saber que significa la palabra "disciplina" en los textos originales griegos para tener más luz y entender que quería decir el Espíritu Santo por "disciplina"

Disciplina:paideu (παιδεύω, G3811), enseñar, instruir, adiestrar, denota primariamente instruir niños (pais, niño), sugiriéndose la idea más amplia de educación.CASTIGAR, CORREGIR, DISCIPLINAR, ENSEÑAR, INSTRUIR.

Es importante tener esto en cuenta, ya que la disciplina de Dios siempre tiene el sentido de instrucción ,de formación, Él es nuestro Padre y al igual que nosotros corregimos a nuestros hijos pequeños, así hace Él con nosotros.
Dios no está contento con nuestro carácter y necesita quitar todas aquellas cosas y pecados que nos afean y nos separan de Él. Dios quiere aumentar el bien que hay en nosotros y que llevemos más fruto, por eso permitirá que pasemos por distintas pruebas.
No debemos de reaccionar mal ante estas cosas y tener la perspectiva correcta de la disciplina del Señor, al reaccionar mal y renegar del Señor estaremos trayendo más azotes a nuestras vidas.
Dios nos instruye y nos disciplina para santificarnos y crear la imagen de Cristo en nosotros.

Santiago 1:2-4 Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho
porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse.
Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.(NTV)

Hebreos 12:7-8  Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos. (RV 60)

Dios nos disciplinará siempre que lo crea necesario para completar la obra que empezó en nosotros:


1Pedro 1:6-7 Así que alégrense de verdad.* Les espera una alegría inmensa, aun cuando tengan que soportar muchas pruebas por un tiempo breve.
Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.(NTV)


La disciplina de Dios también vendrá por no habernos arrepentido de nuestros pecados, cuando no crecemos y estamos en un estado de estancamiento espiritual o comodidad, debido a que estemos contentos con nosotros mismos y ya no pongamos la parte que nos toca de esforzarnos por crecer en el conocimiento de Dios y su voluntad, por abandono de los medios de gracia de la oración, lectura de su Palabra y meditación en la misma.

2Pedro 1:5-11 Por eso debéis esforzaros por añadir a vuestra fe la buena conducta; a la buena conducta, el conocimiento;  al conocimiento, el dominio propio; al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor.[f]
Si poseéis estas cualidades y las desarrolláis, ni vuestra vida será inútil, ni habréis conocido en vano a nuestro Señor Jesucristo.
Pero el que no las posee es como un ciego o corto de vista; ha olvidado que fue limpiado de sus pecados anteriores.
 Por tanto, hermanos, ya que Dios os ha llamado y escogido, procurad que esto arraigue en vosotros, pues haciéndolo así nunca caeréis.
De ese modo se os abrirán de par en par las puertas del reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.(DHH)

 2Pedro 1:5-11 nos enseña a que no caigamos en ese estancamiento espiritual y que no nos dejemos engañar por la idea de que ya estamos bien en nuestra vida espiritual pues eso será el principio de nuestra caída.

Dios busca que en nuestra vida se vean los frutos del Espíritu en nosotros(amor, paz, paciencia. Benignidad, bondad,fe,mansedumbre, templanza).
El amor ha de ser nuestra respuesta siempre a todas las personas que nos tratan mal, tendríamos que tener gozo en medio de las tribulaciones porque sabemos que Dios está en control de todas las cosas y paciencia con los que nos son pacientes, mansedumbre y obediencia ante la Palabra de Dios, dominio propio ante las circunstancias que darían rienda suelta a la carne y la lengua en aquellos momentos que las personas difíciles nos sacan de quicio.                        

¿QUÉ ES LO QUE DIOS VA A USAR PARA DISCIPLINARNOS?

Lo hará con pruebas, aflicciones, dificultades, problemas, sufrimientos, oposición, permitiendo que seamos tentados por dentro y por fuera, permitiendo circunstancias que escapen a nuestro control.
Una de las cosas más necesarias en nuestras vidas es matar el ego en nuestras vidas y es a través de estas cosas que el Señor las lleva a cabo.
Dios usa las decepciones que nos dan las personas en las que confiamos, incluyendo nuestros hermanos en la fe.
Todo esto será permitido por Dios porque fue lo mismo que le hicieron a nuestro Señor Jesús, el cual le fallaron sus discípulos, lo decepcionaron y traicionaron.
El Señor permitirá que otras personas se aprovechen de ti, que te manipulen, que te roben, que hablen mal de ti, que te critiquen y chismeen de ti pintando una imagen que a nosotros no nos gusta.
El Señor pondrá personas de carácter muy difícil en nuestras vidas, con personalidades egoístas, que levantan pleitos y manipulaciones con las cuales sin la gracia de Dios sería imposible nuestra convivencia con ellos.

¿POR QUÉ HACE DIOS ESTO?

Debemos de clamar como el salmista que el Señor nos ayude a entender nuestras pruebas.

Sal 139:23-24 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
 Pruébame y conoce mis pensamientos;
Y ve si hay en mi camino de perversidad,
 Y guíame en el camino eterno.

Dios hace todo esto para que nos examinemos a nosotros mismos y podamos ver lo que hay en nuestro corazón de verdad y podamos arrepentirnos y cambiar.

Deu 8:2-5 "Recuerda cómo el SEÑOR tu Dios te guió por el desierto durante cuarenta años, donde te humilló y te puso a prueba para revelar tu carácter y averiguar si en verdad obedecerías sus mandatos.
Sí, te humilló permitiendo que pasaras hambre y luego alimentándote con maná, un alimento que ni tú ni tus antepasados conocían hasta ese momento. Lo hizo para enseñarte que la gente no vive sólo de pan, sino que vivimos de cada palabra que sale de la boca del SEÑOR.
 En todos esos cuarenta años, la ropa que llevabas puesta no se gastó, y tus pies no se ampollaron ni se hincharon.
 Ten por cierto que, así como un padre disciplina a su hijo, el SEÑOR tu Dios te disciplina para tu propio bien."(NTV)

Debido a nuestra ceguera espiritual no vemos nuestros propios errores y pecados, mucho menos nos arrepentimos de manera natural y espontánea de ellos y es por esto que Dios nos llama en su Palabra muchas veces al autoexamen, aunque esto no nos guste porque nos hace sentir mal.
De nada nos sirve tener mucho conocimiento teológico si no somos capaces de vivir nuestra fe y aunque nos disguste, el autoexamen es lo único que nos ayuda a reconocer nuestros pecados y faltas delante de Dios.

Sal 19:12-14  ¿Quién podrá entender sus propios errores?
 Líbrame de los que me son ocultos.
  Preserva también a tu siervo de las soberbias;
 Que no se enseñoreen de mí;
 Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
 Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

El autoexamen primeramente debemos hacerlo sobre nuestras motivaciones en nuestra vida de fe para sincerarnos con Dios y para esto nos debemos hacer preguntas como estas:

-¿Cuál es la meta de nuestro trabajo, nuestra agenda y qué es lo que queremos lograr?
-¿En qué está centrada nuestra vida y donde buscamos consuelos, refugio, descanso, seguridad?
-¿En qué encuentras placer?
-¿Qué es lo más importante para ti en tu vida?
-¿Quiénes son tus ejemplos a seguir y quienes son las personas a las que más admiras?
-¿Qué pides en tus oraciones, de qué hablas cotidianamente y a qué dedicas tu tiempo libre?
¿Qué es lo que usas para interpretar todo lo que pasa en tu vida?
-¿En dónde encuentras tu identidad?, ¿en lo que haces?.

Si el Señor no es el centro de nuestras respuestas a las preguntas hechas, ya tenemos cosas que arreglar con Dios.

Es un  error identificarnos con nuestro ministerio o lo que hacemos para Dios, pues no somos aquello que hacemos y nos meteremos en terribles problemas si pensamos así. Dios no nos mide de esa manera, ya que el Señor hace una diferencia entre aquello que Él nos da el privilegio de hacer para su gloria y lo que realmente somos individualmente en nuestra relación íntima y personal con Él.
Identificarnos con lo que hacemos es un gran obstáculo para autoexaminarnos y nos hace caer en la trampa del activismo haciéndonos creer que por hacer muchas cosas para el Señor nuestra relación con Él estará bien.

¿CUALES SON LOS ANHELOS  DE NUESTRO CORAZÓN?

-Si amo el dinero, ese es el anhelo de nuestro corazón y tengo temor por la pobreza, las privaciones, la humildad.
-Si anhelo ser amado, temo lo contrario, temo el no ser aceptado por los demás.
-Si deseo el control y el poder, tengo miedo de estar a merced de las circunstancias, o peor, estar sujeto a otras personas.
-Si le tengo miedo al fracaso, entonces amo el éxito y todas las cosas que él me pueda proporcionar.
-Si deseo la preeminencia, esto dice que soy el número uno en mi vida, menos lo será Dios y mucho menos otras personas.

Nosotros por nosotros mismos no reconocemos estas cosas a no ser que Dios intervenga en nuestras vidas con su disciplina.
El amor de Dios es lo único que lo motiva a disciplinarnos para poder así sanarnos y que podamos reflejar la imagen de Cristo.

Apo 3:19  Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete. 

Con el tiempo entenderemos que todos nuestros errores son por seguir nuestra voluntad antes que la de Dios y que aún amamos mucho el mundo y todo lo que en él hay y necesitamos ser probados y afligidos en diversas pruebas para formar el carácter de Cristo y abandonar nuestro egocentrismo y amor a los ídolos de nuestro corazón.

Stg 4:4-10 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente?
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
  Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros, los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.
Afligíos, y lamentad, y llorad. Vuestra risa se convierte en lloro, y vuestro gozo en tristeza.
 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

En la siguiente entrega del estudio profundizaremos en que podemos hacer cuando nos llegan las aflicciones a nuestra vida.

Dios les bendiga.






Notas tomadas de las conferencias sobre la Sabiduría del pastor Thomas Montgomery.
PUEDES OÍR LA CONFERENCIA COMPLETA AQUÍ:
SABIDURÍA DIVINA EN NUESTRAS AFLICCIONES






Carlos J.Martínez








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