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Mostrando entradas de julio, 2016

LAS DOCTRINAS DE LA GRACIA I-DEPRAVACIÓN TOTAL DEL HOMBRE

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INTRODUCCIÓN A LA MUERTE ESPIRITUAL Y LA DEPRAVACIÓN TOTAL 1a PARTE Todo empezó por la mentira del diablo en el jardín de Edén, donde el diablo le dijo al hombre que tenía derecho a actuar con libertad sin contar con Dios, que Dios no podía poner ningún límite a dicha libertad, el diablo también dijo que Dios estaba cuartando su libertad al prohibir que comieran del árbol, alegó que Dios no tiene la autoridad de hacer eso sobre ellos, de limitarlos en ningún sentido, estaba negando que el hombre tiene una responsabilidad ante Dios por sus actos. Todo esto choca de frente con lo que Dios dice de toda esta situación; Dios ha dicho que el hombre no es libre, pues le pertenece y que no tiene derecho a pensar, que puede crear su propia realidad sin contar con la voluntad del Señor. Nuestra libertad siempre ha sido limitada por la Palabra de Dios y lo que Satanás estaba ofreciendo era una gran mentira. Por culpa de pecar contra Dios en el jardín, el hombre quedó reprobado en todas la

¿POR QUÉ DIOS AFLIGE Y DISCIPLINA A SUS HIJOS?-2 parte.

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ENTENDIENDO NUESTRAS PRUEBAS EN LA ENFERMEDAD El tema de las enfermedades en nuestra vida es muy delicado y hay muchas personas que realmente están pasando por enfermedades muy duras. Es muy difícil enfrentarse con la enfermedad de una manera controlada y lo más fácil es deprimirse cuando vemos que no sanamos y pasa el tiempo. Dios y su Palabra están ahí para darnos respuesta a todas nuestras cuestiones y aún en estos casos debemos de ir a nuestro Padre en busca de consuelo, esperanza, nuevas fuerzas y respuestas. Os continúo compartiendo unas notas sobre la enseñanza del pastor Thomas Montgomery sobre este tema y al final del post colocaré el enlace del audio del mensaje que siempre será más completo que mi resumen. Dios ama profundamente a sus hijos y el fin de su disciplina no es otro que lo conozcamos de la manera correcta, quiere que estemos en armonía con Él, y a su vez que nos despojemos de todo aquello que nos separa de Él por culpa de nuestro ego pecaminoso.