Entradas

Mostrando entradas de mayo, 2017

LOS ATRIBUTOS DE DIOS 7/16-LA SANTIDAD DE DIOS-

Imagen
Por A.W Pink “¿Quién no te temerá, oh Señor, y engrandecerá tu nombre? Porque tú sólo eres santo” (Apoc. 15:4) Sólo El es infinita, independientemente e inmutablemente santo. Con frecuencia Dios es llamado “El Santo” en la Escritura; y lo es porque en él se halla la suma de todas las excelencias morales. Es pureza absoluta, sin la más  leve sombra de pecado. “Dios es luz, y en él no hay ningunas tinieblas” (1Juan. 1:5). La santidad es la misma excelencia de la naturaleza divina: el gran Dios es “magnífico en santidad” (Ex. 15:11). Por eso leemos: “muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio” (Hab. 1:13). De la misma manera que el poder de Dios es lo opuesto a debilidad natural de la criatura, y su sabiduría contrasta completamente con el menor defecto de entendimiento, su santidad es la antítesis de todo defecto o imperfección moral. En la antigüedad, Dios instituyó algunos “que cantasen a Jehová y alabasen en la hermosura de su santidad”. (2Crón.. 20:21).

LOS ATRIBUTOS DE DIOS 6/16-LA INMUTABILIDAD DE DIOS

Imagen
Por A.W Pink. “El padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Stg. 1:17). Esta es una de las perfecciones divinas que nunca han sido suficientemente estudiadas. Es una de las excelencias que distinguen al creador de todas sus criaturas. Dios es el mismo perpetuamente; no está sujeto a cambio alguno en su ser, atributos o de terminaciones. Por ello, Dios es comparable a una roca (Deut. 32:4) que permanece inmovible cuando el océano entero que la rodea fluctúa continuamente; aunque todas las criaturas estén sujetas a cambios, Dios es inmutable. El no conoce cambio alguno porque no tiene principio ni fin. Dios es por siempre. En primer lugar, Dios es inmutable en esencia. Su naturaleza y ser son infinitos y, por lo tanto, no están sujetos a cambio alguno. Nunca hubo un tiempo en el que El no existiera; nunca habrá día en el que deje de existir. Dios nunca ha evolucionado, crecido o mejorado. Lo que es hoy ha sido siempre y siempre será. “Yo Jehová no me ca

LOS ATRIBUTOS DE DIOS 5/16- LA SOBERANÍA DE DIOS

Imagen
Por A.W.PINK “Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere” (Isa. 46:10) La Soberanía de Dios puede definirse como el ejercicio de su supremacía. Dios es el Altísimo, el Señor del cielo y de la tierra está exaltado infinitamente por encima de la más eminente de las criaturas. El es absolutamente independiente; no está sujeto a nadie, ni es influ ido por nadie. Dios actúa siempre y únicamente como le agrada. Nadie puede frustrar ni detener sus propósitos. Su propia Palabra lo declara explícitamente: “En el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, hace según su voluntad: ni hay quien estorbe su mano” (Dan. 4:35). La soberanía divina significa que Dios lo es de hecho, así como de nombre, y que está en el Trono del universo dirigiendo y actuando en todas las cosas “según el consejo de su voluntad” (Efe. 1:11). Con gran razón decía el predicador bautista del siglo pasado Carlos Spurgeon, en un sermón sobre Mat. 20:15, que: “ No hay atributo más confortador para Sus hij

LOS ATRIBUTOS DE DIOS 4/16-LA SUPREMACÍA DE DIOS

Imagen
Por A.W Pink. “Pensabas que de cierto sería yo como tú” (Sal. 50:21) En una de sus cartas a Erasmo, Lutero decía: “Vuestro concepto de Dios es demasiado humano”. El renombrado erudito probablemente se ofendió por tal reproche que procedía del hijo de un minero; sin embargo, lo tenía perfectamente merecido. Nosotros, también, aunque no tengamos lugar entre los líderes religiosos de esta era degenerada, presentamos la misma denuncia contra la mayoría de los predicadores de nuestros días y contra quienes, en lugar de escudriñar las Escrituras por sí mismos, aceptan perezosamente las enseñanzas de sus denominaciones. En la actualidad, y casi en todas partes, se sostienen los más deshonrosos y degradantes conceptos acerca de la autoridad y el Reino del Todopoderoso. Para incontables millares, incluso entre los que profesan ser cristianos, el Dios de las Escrituras es completamente desconocido. En la antigüedad, Dios se quejó a un Israel apóstata: “Pensabas que de cierto sería yo como t